KDK Automotive invertirá unos 11 millones de euros en sus instalaciones de Borja

El presidente de Aragón, Javier Lambán, visitó ayer, 18 de abril, la empresa KDK, ubicada en Borja y especializada en la fabricación de componentes, piezas y accesorios para vehículos a motor.La compañía ha creado una nueva planta para la línea de pintura robotizada de última generación, que ha supuesto una inversión de cuatro millones y medio de euros. Además, la firma coreana ha anunciado otra inversión de unos seis millones de euros que destinará a otra ampliación superior a los 4.000 m2 en la que albergará los almacenamientos, ocho nuevas inyectoras de plástico y una zona de montaje con 20 máquinas de montaje y soldadura.

El presidente de Aragón estuvo acompañado durante su visita a la empresa por el alcalde de Borja, Eduardo Arilla, el responsable del Grupo KDK en Europa, Dirk Baier, la directora de la planta, Montserrat Soto y la administradora, So Min Jang.

La inversión total, cercana a los 11 millones de euros, ha sido posible gracias a los nuevos negocios adquiridos, que suponen una facturación adicional anual de unos 36 millones de euros, con un efecto previsto en la cifra de ventas de la planta de KDK en Borja de un 40% de incremento en 2017 y de un 80% en 2018. según han señalado fuentes del Gobierno de Aragón, después de la visita de Lambán a la compañía, los proyectos de negocio ganados con firmas como Audi, Wolkswagen, Opel o Seat hacen estimar que la producción se duplicará en tres años, hasta pasar de 36 a cerca de 100 millones de euros de facturación.

La empresa tiene garantizados proyectos hasta 2024 pero el próximo año toda la infraestructura deberá estar lista, por lo que la actual plantilla de 320 empleados podría aumentar en cerca de 60 nuevos puestos de trabajo. Actualmente KDK Automotive en Borja es especialista en pintura sobre plástico en salpicaderos portamanetas, tapas de depósitos de carburante y es el instalador oficial de la consola del Audi Q3.

Además, Lambán ha aplaudido la apuesta del grupo empresarial por la localidad y ha vuelto a comprometer la política de su gobierno con un cambio en el modelo productivo, que basará gran parte de su estrategia en convertir a Zaragoza y a todo Aragón en un centro logístico neurálgico que facilite las exportaciones de las empresas ubicadas en las tres provincias, tanto a través de líneas férreas, aéreas o mediante el transporte marítimo a través de la terminal de Zaragoza con el puerto de Barcelona. A su juicio, el futuro de la Comunidad pasa por aprovechar su situación geográfica y ponerla al servicio del tejido productivo para facilitar la internacionalización y la transferencia de conocimiento entre sector público y privado para avanzar en innovación y tecnología.