El acuerdo que firmaron el Grupo PSA y Ford en agosto de 1998 para desarrollar conjuntamente una nueva generación de motores diésel ha dado ya su primer fruto. Se trata de un propulsor de 1,4 litros de inyección directa y conducto común, cuya primera aparición en público se producirá bajo el capó del nuevo Ford Fiesta en la próxima edición del Salón de Francfort, que se celebrará en septiembre de 2001. La comercialización de este modelo está prevista en el mercado español para 2002.
El citado motor se incorporará más adelante a la gama de los Peugeot 206 y 307, así como a un nuevo modelo de la marca del doble chevrón que sutituirá al Saxo actual. Las potencias oscilarán entre 60 y 92 CV en función de la culata, que podrá ser de ocho o 16 válvulas, y de la geometría del turbo. Para los modelos del segmento B, se anuncia un consumo de entre 3,4 y 4,2 litros a los 100 km, mientras que para los compactos, el dato será de cinco litros, lo que supone una reducción de un 10% frente a un Xsara HDi de 90 CV.
Ambos fabricantes han invertido un total de 470 millones de euros (78.200 millones de pesetas) en el desarrollo de esta mecánica, en un proceso que ha durado 32 meses y cuya denominación comercial será HDi en los vehículos de las dos marcas francesas y Duratorq TDCi en los de la firma del óvalo.
La mecánica presentada ayer 26 de abril es el primero de toda una saga de motores, denominados por sus responsables “common rail de segunda generación” en la que está incluido el lanzamiento de mecánicas de 1,6 y dos litros, así como una de 2,7 litros y arquitectura en V.
Durante la presentación, Jean Martin Folz, presidente de la corporación francesa, destacó el clima de colaboración entre ambos constructores y aseguró que los planes de producción pasan por fabricar 9.000 motores diarios en 2005, para lo que se hará necesaria una inversión de 1.220 millones de euros (203.000 milones de pesetas).
Mensajes enfocados a la mejora de la competitividad desde distintos puntos de vista.
El evento, en el que clúster subraya la diversificación a otros sectores, reconoce a Industrias Alegre, Inrema, ITE, Tera Batteries (Alicante) y a Juan Ordóñez
Este acuerdo refuerza la posición de la compañía, con el objetivo de ofrecer a los gestores de flotas, y también a los conductores, un mayor número de servicios digitales y simplificar el proceso de activación de vehículos.
Juan Manuel Pino, Country Manager CA Auto Bank España, Portugal y Marruecos, comenta para AutoRevista los detalles de un acuerdo que ha permitido a EBRO contar con apoyo financiero para su despegue industrial y comercial en España.
Mientras Europa revisa su mandato sobre vehículos de emisiones cero para 2035, se enfrenta a una cuestión más profunda: ¿cómo liderará la transición ecológica sin perder su fortaleza industrial?