Renault Megane E-TECH 100% eléctrico: diamante en bruto
Suscríbete

Renault Megane E-TECH 100% eléctrico: diamante en bruto

4
Renault Megane E-TECH 100% eléctrico
|

Modelo de sobra conocido, cabría preguntarse que dónde está la novedad. Pues bien, la novedad es que aunque se llame igual, esta nueva propuesta sólo conserva el nombre,  en el que el tipo de letra utilizado es también diferente, anticipando un Megane totalmente diferente.


Al acceder a este Megane eléctrico, lo primero que nos llama la atención son las pantallas, una para la instrumentación y otra para contenidos multimedia de un generoso tamaño. Su colocación en posición vertical resulta un acierto. Cuando estamos siguiendo las instrucciones del navegador, gracias a una sensación 3D, podríamos llegar a pensar como si estuviésemos volando sobre nuestro Megane, lo que nos da una mejor perspectiva del entorno hacia donde vamos o por el que nos estamos moviendo.


11


Del salpicadero han desaparecido muchos botones que ahora se encuentran dentro de los menús del sistema. Tan sólo permanecen los mandos del climatizador. En este mismo salpicadero disponemos de una guantera no muy grande, pero suficiente para guardar documentación y luego, en la consola central y entre los asientos delanteros se han habilitado diferentes cajones y bandejas donde ubicar objetos. Algunos de estos espacios son de accesibilidad, digamos que discutible.


Los menús son muy amplios y, no podemos decir que complejos, pero sí que requieren de un cierto periodo de “reconocimiento”, pues permiten acceder a numerosas funciones así como realizar diferentes configuraciones de parámetros del coche. Un detalle  curioso se refiere al libro de instrucciones que viene instalado en el sistema multimedia. Tiene cierto margen de mejora con la posibilidad de ser más completo e interactivo.


Los asientos proporcionan comodidad y sujetan bien el cuerpo pese a llevar tapicería de cuero que siempre reduce la sujeción. La posición de conducción es excelente por la multitud de regulaciones disponibles tanto en el asiento, en este caso eléctrico, como en el volante.


6


La visibilidad hacia delante se puede calificar como diáfana con extensión a las zonas laterales, con la salvedad de que el espejo retrovisor interior está bastante bajo respecto a la línea de visión. La dimensión de la luna trasera es reducida, así como los pilares C del techo por lo que, de forma directa, genera una cierta limitación. Por fortuna, los espejos exteriores son generosos y ofrecen un gran campo de visión.  El vehículo dispone de asistente de aparcamiento que compensa esa falta de visibilidad directa, lo que resuelve cualquier inconveniente en ese sentido.


Un capítulo con margen de mejora es el relativo a los mandos agrupados en el área de acción de las manos cuando estas van colocadas al volante. Este Megane dispone de tres palancas a la derecha de la columna de la dirección: los mandos de la radio, de los limpiaparabrisas y el selector del cambio. En esta misma zona, pero en el propio volante, se alojan los mandos de la pantalla multifunción, así como el botón de los cambios de modo de funcionamiento. Cierto es que los mandos agrupados al alcance de las manos constituyen un plus de seguridad porque no hay que desviar las manos para accionarlos, pero eso no quiere decir que todos se desplacen al entorno inmediato del volante. Hay una limitación de espacio, lo que puede generar cierta saturación a la hora de elegir el mando a accionar.  En esta zona del volante, se deberían racionalizar los manos de las diferentes funciones para facilitar cuál de ellas queremos activar.


El espacio interior en la parte trasera resulta más que adecuado para dos personas si bien en lo que se refiere a altura, no representa su mejor cualidad. La caída del techo le penaliza en este sentido. También se estrecha y se redondea en esta parte, por lo que el espacio para las cabezas también se disminuye. El acceso también podría tener cierto margen de mejora.


MeganeClio-ClioMegane

Estéticamente nos recuerda mucho al Clio, es más podríamos pensar que es un Clio modernizado, aunque eso sí, el tamaño es mucho mayor. Conserva muchos de los rasgos característicos de la marca como las luces delanteras de marcha diurna o las manecillas de apertura de las puertas traseras.

Por lo demás, se trata de un vehículo en el que se ha hecho mucho hincapié en la aerodinámica para conseguir una buena eficiencia y reducir el consumo, objetivo que se ha conseguido a juzgar por nuestras mediciones.


El estilo es el de un compacto que se acerca mucho a un monovolumen. Sí que distinguimos un volumen delantero para el “morro”, mientras el resto se estructura en un solo cuerpo para el habitáculo y maletero. Visto de perfil, comprobamos que las ventanillas son pequeñas y la cantidad de “chapa” es extensa, situación que, habitualmente provoca una impresión de vehículo pesado y nada atractivo. En este Megane este efecto se ha eliminado de una forma muy elegante. Pasos de rueda ensanchados con un nervio en todo su contorno, pero muy sutil, y coronados con unas molduras pintadas en color negro brillante que se extienden a lo largo de toda la silueta del vehículo por su parte inferior, ganando mucho protagonismo en el parachoques trasero. Un gran nervio con trayectoria ascendente ocupa la parte media de las puertas. Un marco cromado de las ventanillas laterales y, atención, unas ruedas de 20 pulgadas con unos neumáticos de perfil 45 con una sección de 215 mm no hacen otra cosa que atraer nuestra atención hacia todas esas formas, mezclando la deportividad con un aspecto robusto. Transmite sensación de amplitud y que el concepto que tenemos del anterior Megane se mantiene.


La trasera, un punto crítico en la mejora de la aerodinámica de cualquier vehículo, está muy bien optimizada, con una línea descendente del techo y con unas esquinas traseras redondeadas con un radio muy grande. Así, hace que el desprendimiento del flujo de aire sea suave gracias a una carrocería que unos centímetros extra en la parte del maletero, lo que siempre viene bien.


De calle o de carreras

De las variantes posibles, nuestra unidad de pruebas era la más potente con nada más y nada menos que 218 CV. Su funcionamiento es excelente, y dispone de cuatro modos diferentes de conducción con los que la respuesta varía, en el caso del modo sport, de una forma bastante radical. Durante la prueba, el motor se accionó siempre en el modo “normal” aunque el modo de funcionamiento fuese el “perso” o personalizado. 


9


Aquí permite cambiar ciertos parámetros de funcionamiento como la dirección o la suspensión que sí que se utilizaron en modo “sport” para conseguir una mejor respuesta dinámica. El motor siempre que realizamos las pruebas, va en el modo que por defecto usa el modelo cuando accionamos la llave de contacto que suele ser el “normal” y es el que tiene un funcionamiento más equilibrado.


Las prestaciones son como nosotros queramos que sean. Este Megane permite una conducción suave y relajada tanto en ciudad como en carretera y también deportiva si queremos “hacer tramos”, ya que, por prestaciones, este modelo puede hacerlos sin problema.


Las suspensiones estaban fijadas en modo sport y la dirección se caracteriza por un tacto duro. No va excesivamente asistida, pero no esa dureza no es semejante al manejo de una videoconsola ni nos recuerda a los viejos coches del pasado. Con esta combinación y pese a llevar unos neumáticos de perfil ultrabajo que casi recuerdan a los utilizados en modelos deportivos de muy alto caché, podríamos pensar que es duro y que nuestros riñones se van a resentir. La verdad es que no, pues resulta muy agradable de conducir y las suspensiones equilibran muy bien las vibraciones y las filtran, minimizándolas en su interior.


Los frenos responden a la perfección y el hecho de equipar unos neumáticos tan grandes en cuando a diámetro no hace otra cosa que aumentar la precisión a la hora de regular la frenada. El tacto del pedal requiere de un pequeño periodo de adaptación, ya que es muy sensible al tacto y las primeras frenadas pueden resultar un tanto bruscas. Una nota positiva viene por las levas en el volante que no son para accionar el cambio, sino para accionar los niveles de regeneración. Disponemos de cuatro, uno donde apenas existe regeneración y de otros tres que van en progresión. En ciudad, seleccionando el nivel máximo, permite la conducción sólo con el pedal del acelerador, ya que la capacidad de retención es lo suficientemente adecuada para que, practicando una conducción eficiente, casi no sea necesario usar el freno de pie. Con ello, ahorramos desgastes mecánicos, pastillas y discos, y recuperamos gran cantidad de energía. Una cosa sorprendente es que, al accionar las levas, el pedal de freno se acciona ligeramente. También se perciben pequeños movimientos en el pedal del acelerador.


Neutralidad de movimientos

Dinámicamente es muy neutro de reacciones. Su bajo centro de gravedad hace que las reacciones sean muy directas. Su volante “cuadrado”, que, en principio, podría plantear dudas de adaptación al conductor, sorprende por todo lo contrario, pues, de forma natural, permite una correcta colocación de las manos, transmitiendo sensación de control constante. La dirección es muy directa, dos vueltas entre topes, lo que en ciudad es muy de agradecer a la hora de callejear y, en carretera responde sin problemas a los diferentes modos de conducción.


En el paso por curvas, el peso del coche, casi 1,8 toneladas, hace que a la hora de aproximarnos a una de ellas, notemos cierta pereza al entrar, necesitando más apoyo con el volante.  No obstante, se muestra noble y no nos pone en apuros. Tal vez, unas ruedas de mayor sección redondearían esta tendencia inicial y también permitiría entrar más rápido en las curvas y desarrollar una conducción más deportiva. El funcionamiento del control de estabilidad ESC es muy suave y en muchas situaciones apenas se nota, está muy conseguido. Otro punto a mejorar es la motricidad. Saliendo de una curva con velocidad, podemos notar la pérdida de tracción, eso sí, perfectamente neutralizada por los sistemas de seguridad activa. Con unos neumáticos un poco más anchos, aunque sacrificáramos un poco el excelente consumo, estos puntos se corregirían y sería un vehículo dinámicamente perfecto.


Valoración

El Megane eléctrico es un coche agradable de conducir con un buen comportamiento dinámico, con unas prestaciones muy notables y con unos consumos en ciudad excelentes y en carretera muy buenos. También con unos ritmos de crucero ágiles. Los datos en ciudad son 11,7 kWh/100 km y de 17,1 kWh/100km en carretera con condiciones climatológicas en algún tramo no muy favorables por excesivo viento y lluvia. 


Para cuatro miembros de una familia,  resulta perfecto, ya que su bajo consumo en ciudad le permite una autonomía sobre los 400 km lo que puede suponer recargar una vez a la semana en función de los recorridos. En carretera está en la horquilla de los 300 km que es lo que suelen tener los modelos de este segmento.


1 JOSEP NADAL CIAC

El CIAC expresa su satisfacción por la incorporación del constructor chino al ecosistema de automoción y moilidad catalán

Jose Luis Alonso Mosquera

Cambios en las direcciones en las factorías de Vigo, Zaragoza y Madrid,

Demostrador nuevo composite IAlegre

Industrias Alegre ha publicado los resultados del proyecto de investigación Lightcar donde se ha logrado un compuesto termoplástico mucho más ligero que el aluminio y con unas características que permiten su uso incluso en las piezas más exigentes del vehículo eléctrico.

Castrol MG Signing   low res

Castrol se ha convertido en proveedor de lubricantes de preferencia para toda la red de MG en Europa Central y del Este tras alcanzar un acuerdo estratégico de tres años con SAIC Motor. 

Unnamed

La compañía guipuzcoana  ha inaugurado, recientementem su nueva sede central ubicada en el Campus Hernani del Parque Tecnológico de Euskadi. 

Empresas destacadas