Audi produce en México sin generar aguas residuales

La factoría de Audi en San José Chiapa (México) es la primera de un fabricante premium en el mundo, asegura la compañía, en producir vehículos de forma completamente libre de aguas residuales. En la planta se está utilizando un nuevo proceso de tratamiento de agua que recolecta el 100% del agua residual generada, la purifica y la devuelve en grandes volúmenes de agua limpia al sistema de suministro de agua de la planta. De esta forma, Audi México asegura el uso sostenible del agua como recurso y minimiza el impacto ambiental de su producción de automóviles.

Fuentes del constructor explican que desde el taller de pintura hasta las pruebas de estanqueidad, el agua es necesaria en todo el proceso de producción de automóviles. Las aguas residuales generadas en Audi México se someten a un tratamiento químico-físico, que neutraliza el agua, a la vez que elimina partículas y metales pesados, como los procedentes de la fase de pintado. Este agua pretratada es posteriormente procesada junto con el agua residual restante de la factoría en una planta de tratamiento biológico de aguas residuales, donde los componentes orgánicos se descomponen.

Finalmente, una combinación de ultrafiltración y ósmosis inversa multietapa separa los contaminantes restantes, incluidos los gérmenes bacterianos y los álcalis. Audi reutiliza el agua reciclada higiénica y de alta calidad directamente en la fábrica. La materia concentrada de la ósmosis inversa se evapora y los sólidos deshidratados son eliminados. "Reivindicamos la visión de producir automóviles en todas nuestras instalaciones con una huella de CO2 completamente neutral y libre de aguas residuales. Con el nuevo método de reprocesamiento, también contribuimos para combatir la escasez de agua en México."

Audi México utiliza el agua tratada en los procesos de producción y para regar las áreas verdes en los terrenos de la planta. Con este proceso innovador, Audi ya está ahorrando alrededor de 100.000 metros cúbicos de agua cada año, lo que equivale a alrededor de una cuarta parte de las necesidades totales de la planta. A largo plazo, la compañía planea ahorrar más de 300.000 metros cúbicos de agua subterránea cada año. "Con el nuevo sistema de tratamiento de aguas residuales, damos un importante paso hacia un ciclo de agua autónomo", explica Rüdiger Recknagel, jefe de Protección Ambiental de Audi. "Para finales de 2025, queremos reducir el impacto medioambiental del Grupo Audi en un 35% por vehículo producido, en comparación con el año de referencia 2010. Esta medida nos acerca a ese objetivo”.